Como ya he explicado en alguna otra entrada los peligros de viajar solo por Vietnam u otro país del sudeste asiático no serán mayores de los que a diario hacemos frente en nuestra ciudad de residencia. En algunos casos incluso menores.
Es verdad que todos hemos oído, visto o leído noticias en la que algún desafortunado turista es robado, raptado, violado o asesinado. El mundo en el que vivimos, pese a alcanzar cuotas de seguridad nunca vistas (pensemos en los peligros de haber vivido en la edad media, por ejemplo) no está exento de circunstancias que pueden hacer de nuestro vida o viaje un viacrucis. Así es la vida, una lotería en la que jugamos queramos o no. Esperemos que en esta tómbola nos caigan buenos regalos hasta que la «dama de gris» nos venga con «el gordo».