Los barrios rojos de Bangkok son calles donde proliferan los «coyote y bJ bars», «agogo clubs», cervecerías, freelancers, ladyboys y toda clase de fauna nocturna con tan solo dos objetivos. Para unos, pasar un buen rato pagando por sexo y/o bebiendo unas cervezas. Para otros, ganar una sustanciosa suma de dinero vendiendo su miel.
Son tres las zonas de la ciudad donde se concentra la mayor parte del comercio de sexo y vida nocturna que gira alrededor de éste. Y cuando digo «la mayor parte», quiero decir que no todo. También se pueden encontrar «hookers» o prostitutas, «freelancers» que se mezclan con la multitud, en lugares como Khaosan road y en muchos clubes (o discotecas).