¿Por qué protestan los estudiantes thais? Inestabilidad política en Tailandia
Todo aquel que haya mirado un telediario o leído un periódico en los últimos meses se habrá dado cuenta de que las aguas bajan revueltas en el país de los thais. Las protestas, concentraciones y algaradas en Tailandia, normalmente de carácter pacífico, se desarrollan con frecuencia semanal a lo largo y ancho del reino.
A ojos de occidental, podría parecer que no son más que otro movimiento, de tantos, que con cierta frecuencia vienen a desestabilizar la política del país y que, tras unos meses, terminan por ser sofocados con un nuevo golpe militar o con unas elecciones más o menos libres…. En un par de años, nuevas trifulcas llevarán a repetir el ciclo de protestas-golpe militar-elecciones-protestas.
Podemos llegar a pensar que el pueblo tailandés no sabe o no quiere vivir en democracia. Es una sociedad fuertemente dividida entre las élites urbanas acaudaladas (y monárquicas) y la Tailandia más rural y deprimida económicamente que parecen ser enemigos irreconciliables. Los militares suelen tomar partido por los primeros y no dudan mucho en levantarse y cambiar el gobierno. Esta es la historia reciente de Tailandia…, pero parece que algo está cambiando.
Algo de historia reciente….
Vamos a remontarnos a finales de los años 90 del pasado siglo. Una profunda crisis financiera arrasa el sudeste asiático. El bath se devalua fuertemente y la economía se contrae. En este contexto, Thaksin Sinawathra del partido Thai rak Thai gana las elecciones del 2001 con un mensaje populista y de izquierdas. Tras cumplir un mandato de cuatro años vuelve a vencer en los comicios de 2005. Acusado de corrupción y tras una nueva convocatoria electoral, es derrocado en 2006 por los militares que acaban con 15 años de democracia.
Tras este golpe militar aparecen en escena grupos tales como los camisas rojas, partidarios del depuestos primer ministro Thaksin y los camisas amarillas pro-monarquicos y antagonistas de los primeros.
Se suceden revueltas y manifestaciones de una parte y de otra. Mientras, unos dirigentes van sucediendo a otros durante una etapa de inestabilidad que llegaría hasta el año 2010. En 2011 se celebran de nuevo elecciones y gana la hermana de Thaksin, Yingluck Sinawathra. Estaría gobernando Tailandia hasta 2014, año en que sería destituida por el tribunal constitucional. Unos meses más tarde, los militares tomarían las riendas del país. Sería el duodécimo golpe militar desde el año 1932.
Tras el último levantamiento militar, se redacta una nueva constitución en 2016 y se celebraron nuevas elecciones tras las que Prayuth Chan-o-cha, militar, de facto gobernante del país desde 2014 saldría vencedor.
La nueva constitución quiere perpetuar los privilegios del estamento militar y su poder. Son los militares los que eligen a gran parte de los senadores que nombrarán a Prayuth primer ministro. Los poderes de la monarquía se ven reforzados y las libertades restringidas. En este caldo de cultivo nacerá el movimiento estudiantil…
Antes de analizar los últimos acontecimientos y todo lo que hay detrás de las protestas de estudiantes de Tailandia, echemos un vistazo a la monarquía que rige el país desde tiempos inmemoriables.
La monarquía de Tailandia
La monarquía es en Tailandia un a institución extraordinariamente importante que sirve de elemento cohesionador de una sociedad muy diversa social, étnica y culturalmente. Al uso de otras monarquías asiáticas, los reyes de Tailandia lucen un aura sagrada que los sitúa por encima del común de sus súbditos. Si a ello añadimos la gran aceptación, carisma y buen hacer del longevo monarca Rama IX (1946-2016), Bhumibol, podemos comprender el amor por esta institución de la mayoría de tailandeses.
Pero, parece que algo ha cambiado desde la llegada al trono del hijo de Rama IX, Maha Vajiralongkorn. Las formas en las que el nuevo rey dirige la institución que representa no son del agrado de parte del pueblo, que empieza a sentir cierta desafección hacia el monarca.
El rey Bhumibol supo mantenerse al margen de las cuestiones políticas, al menos a ojos de sus súbditos. En cambio, Rama X no ha dudado en poner bajo su control directo algunos cuerpos del ejercito. También ha cambiado leyes que le permiten controlar millones en activos de la casa real. La vida privada del monarca tampoco es ejemplo para una sociedad muy conservadora. Vive Vajiralongkorn en Alemania rodeado de su séquito de concubinas en un hotel de Baviera.
Pese a todo, la inmensa mayoría del pueblo thai sigue siendo fervientemente monarquico, e incluso los estudiantes solo demandan cambios muy limitados en la institución. Alguno de ellos, si cabe el más importante, es la posibilidad de crítica y la derogación de las «leyes de lesa majestad» que imponen fuertes castigos al que hace el más mínimo comentario crítico sobre el rey.
La monarquía en Tailandia se encuentra fuertemente vinculada al ejercito. De hecho, es difícil llegar a saber si es el rey el que se aprovecha del ejercito para mantener su influencia y poder o, al contrario, es el ejercito el que utiliza la monarquía para mantenerse indefinidamente como garante del orden del país.
No obstante, será bueno recordar que esta unión no fue siempre así. El matrimonio de conveniencia de militares y monarquía se remonta a los años del gobierno del mariscal Sarit Thanarat (1957-1963). Militar golpista necesitado de dar legitimidad a su gobierno y al joven rey Bhuminol. Unas décadas antes, en 1932, el gobierno absolutista de la casa real había sido derrocado
Últimas protestas de estudiantes en Tailandia
Las protestas que han surgido estos últimos meses, a lo largo y ancho de Tailandia, parece que tienen poco en común con las dinámicas que eran el origen de conflictos anteriores. No es una lucha entre ricos y pobres o entre el mundo rural y el urbano. Detrás del movimiento estudiantil no están los camisas rojas de Thaksin ni los veteranos de las revueltas de principios de siglo. Los que salen a la calle pidiendo reformas son estudiantes universitarios y de enseñanza media, clase media urbana.
Probablemente, la mayor brecha existente hoy en día en la sociedad tailandesa es entre jóvenes y viejos. Es Tailandia un país muy conservador en los que los jóvenes deben obedecer ciegamente a los mayores que atesoran el conocimiento y a los cuales deben respeto. Muchos de los ciudadano thais de mayor edad ven a estos estudiantes como niñatos que deberían mostrar sumisión a sus mayores y no mezclarse en cuestiones políticas y mucho menos participar de algaradas y protestas. Pero en un país en el que la edad media es de 35 años, la voz de sus jóvenes es cada vez más importante.
El detonante de las protestas…
Aunque podemos encontrar causas previas en el descontento estudiantil, quizás, la chispa que encendió la mecha fue la ilegalización del partido político «anti-sistema» Future Forward, que con 4,3 millones de votos concurrió a las elecciones con un programa que recogía los cambios que parte de la sociedad demandaba.
La desaparición del activista a favor de la democracia Wanchalearm Satsaksit, exiliado en Camboya, es otro de los sucesos que desato la ira estudiantil.
Cuales son las demandas de los estudiantes Tailandeses
En un principio las peticiones de los estudiantes eran tres:
1.La disolución de la cámara controlada por el ejército.
2.redacción de una nueva constitución
3.Fin de la persecución de los críticos
Aunque en el mitin del 11 de agosto los manifestantes revelaron un manifiesto con 10 demandas en las que se concretaban medidas tales como:
La Reforma de la institución monarquica y derogación de las leyes de lesa majestad o la renuncia del primer ministro Prayuth Chan-ocha.
Son las manifestaciones y algaradas violentas
De momento, NO. Aunque se han denunciado disparos y enfrentamientos en algunas de las manifestaciones, la mayoría de ellas han sido pacíficas. Si las comparamos con las que se suelen convocar en Europa que terminan con quemas de contenedores y grupos de vándalos asaltando comercios, podemos decir que las revueltas de los estudiantes thais son del todo pacíficas e incluso con un toque «naíf».
Las consignas estudiantiles hacen alusión a iconos de la cultura pop, a series de televisión, cine, anime o literatura juvenil. De «Los Juegos del hambre» han tomado el saludo con tres dedos. Cánticos de anime japones o alusiones a Harry Potter han sido también el medio de expresar sus reivindicaciones durante las manifestaciones. Como vemos, todo bastante suave e ingenuo. Los estudiantes han querido evitar todo conflicto, suspendiendo incluso marchas ante el aviso de que grupos pro-monárquicos afines al gobierno se hallaban en las inmediaciones.
Futuro de las protestas de estudiantes en Tailandia
Si echamos la vista atrás. podemos llegar a pensar que estas nuevas reivindicaciones de parte de la sociedad tailandesa quedarán en el olvido. Como ya vimos al comienzo de la entrada, la inestabilidad social en Tailandia es habitual y cíclica, y los cambios en una sociedad muy conservadora han sido mínimos durante los últimos 100 años.
Las protestas, aunque numerosas y extendidas a lo largo y ancho del país, no son lo suficientemente grandes como para causar perjuicio mayor a la economía o la estabilidad política del que ocasiona la actual epidemia de covid-19. En principio, no parece que la cosa vaya a mayores e incluso no se adivina gran preocupación en la clase dirigente.
En cualquier caso, hay que dejar una puerta abierta a la esperanza y al deseo de cambio de parte de los jóvenes de Tailandia que más pronto que tarde tendrán en sus manos dirigir los designios y el rumbo de su país.