Camboya es un pequeño país del sudeste asiático que pese a ser, quizás, uno de los mayores parques arqueológicos del mundo, palidece ante la competencia turística de vecinos más poderosos como Tailandia o incluso Vietnam. Es Camboya país discreto, pero alberga algunos de los lugares más interesantes que puedas visitar en tu periplo asiático. Viajar a Camboya es un deber si decides acercarte a esta parte del mundo.
Y no es sólo Siem Reap y sus antiguos templos herederos del imperio Jemer. Ni su capital, Nom Pen, cargada de historia. Tenemos parques naturales y paradisicas islas. También un precioso legado colonial.
De todos ellos ya hablamos en una entrada imprescindible que podéis visitar en el siguiente enlace:
Pero hoy vamos a pasar revista a diez «tips» o consejos que quizás hayamos mencionado con anterioridad y que te ayudaran en tu primer viaje al estado jemer.
Empecemos por la llegada al viajar a Camboya….
1 Al llegar, te hará falta un visado que se puede obtener previamente online o en la misma frontera. Vale unos 30$. Seguro que el tipo del autobús te lo intentará gestionar por 5$, no es necesario. Acércate a las oficinas y lo haces tú, es fácil. En el aeropuerto no tendrás problemas con posibles timos.
2 Costumbres y usos budistas. Son, los camboyanos, pacíficos, educados y gentiles. Siempre lucen una sonrisa en la cara. Raramente levantarán la voz ni tienden a confrontar. Evita ofender o insultar a ningún jemer o te verás en problemas. Ya hemos hablado del asunto de «perder cara» o avergonzar a un asiático en público. No debe de hacerse en ninguna circunstancia si no quieres ver lo que es un tipo realmente enfadado.
Al visitar los templos y pagodas seamos respetuosos y cubrámonos los hombros y rodillas (sobre todo las damas).
3 La moneda. La divisa camboyana es el riel, aunque el dolar se usa frecuentemente, quedando el riel para pequeñas transacciones. Hay que asegurarse en llevar billetes pequeños, ya que probablemente el conductor de tuc tuc o la señora del puesto de comidas no tenga cambio de 100.
Viajar a Camboya y el regateo…
4 Regateo. Imprescindible es el regateo, no sólo en Camboya, sino en toda Asia. Nunca debes aceptar el primer precio. Propón la mitad de lo exigido y a partir de ahí negocia. Si un producto está etiquetado recuerda que ese es el precio para el turista. Regatea sin pudor…. Sé que es terriblemente agotador y que la mayoría de las ocasiones seguirás pensando que te han timado, acabarás acostumbrándote. Eso sí, regatea sin gritar y con una sonrisa en la cara.
5 El Tuc Tuc. Imprescindible el acordar un precio previo antes de encaramarte a estos originales vehículos. Debe de quedar claro el importe y el destino. Muy claro. Conoce hacia donde vas, y si es algún sitio raro muéstraselo al conductor en el mapa. Los jemeres raramente dicen que no o muestran su desconocimiento o incompetencia en público.
Si preguntas por una dirección a un ciudadano local, ten igualmente cuidado. Pregunta a otro para que te confirme la dirección.
6 Malentendidos en restaurante. Otro de los problemas frecuentes en Camboya (también en Tailandia).
Llegas al restaurante y eres atendido por un simpático jemer sonrisa en rostro. Haces tu pedido recalcando que no quieres picante. Te llega el plato, y al dar el primer bocado tu boca arde como las calderas del infierno. Va a ser difícil que hagas entender al camarero que se ha equivocado, incluso si pediste pollo y te trae pescado. Los jemeres, como ya dige, raramente admiten un error y menos su incompetencia. Así que al hacer un pedido repítelo claramente y varias veces. Si aún así no te sirvieron lo que pediste: «te aguantas».
7 Comienza tus visitas temprano en la mañana y cuando digo temprano, digo muy temprano: de 6 a 8 am. Puedes salir a disfrutar de las primeras horas de la mañana entre el canto de los gallos y el murmullo de las gentes que corren presurosas a realizar sus quehaceres diarios.
Antes del medio día regresa a tu hotel y disfruta de una cerveza helada en la piscina (si la hubiera).
8 Los elefantes (y otros animales). Evita el montar en elefantes, pagar por alimentarlos ni visitar santuarios de ningún tipo de animales salvo que estén gestionados por una entidad de conocido prestigio. Evitemos que nuestro dinero sirva para mantener pseudo parques zoológicos de dudosa reputación.
9 El agua del grifo. Como en tantos otros destinos del sudeste asiático, bebe agua embotellada. Yo no siempre cumplo esta regla y nunca me ocurrió nada más allá de una visita rápida al baño… Pero más vale prevenir.
10 Estafas, timos y medidas de seguridad. Es inevitable que seas timado en Camboya o países vecinos. Quieras o no quieras lo serás. Tómatelo con calma y piensa que es algo irremediable y el peaje que has de pagar por tus cabellos rubios, esos pantalones de elefantitos, la cartera llena de dólares y esa cara de pipiolo. Eres un imbécil en un país de pillos, asúmelo y presta atención a algunos consejos que ya dí en una entrada anterior, pero no te obsesiones.
Esto ha sido todo por hoy. Otra entrada corta más de consejos que ya conoceréis y que no están de más recordar si pensamos viajar por primera vez a Camboya o países vecinos.
¡Buen viaje!
Me tomo un descansito hasta el mes de agosto… A ver si la situación mejora y ya tenemos cosas nuevas que contar.
Thanks!